Las cobayas son animales perfectos para adoptar como mascotas. Son tiernas, dóciles y sociables, todo lo que se pide de un animal afectivo, además de que en comparación con otros animales no requieren de muchos cuidados.

Sin embargo, eso último no aplica por igual para las cobayas peruvianas. Su largo pelaje sí demanda un poco más de atenciones, por lo que más bien es una mascota idónea para adultos y jóvenes con responsabilidad y cuidado.

En este artículo nos acercamos a ese tipo o raza de cobayas, con la intención de que los interesados no solo obtengan información sobre ella, sino también sobre los mejores cuidados que les pueden proveer.

Características principales

De nombre científico Cavia porcellus, las cobayas peruvianas son diferenciables de otros tipos por la disposición de su pelaje.

Es un cuy de pelo largo, pero en la cara su pelo es normal. Comienza a ser de larga longitud en las mejillas, zona en la que forma las conocidas barbas de la especie, distintivas no solo por lo largo, sino también por lo denso.

Así, a modo general el resto del pelaje puede ser descrito, además de largo, valga la redundancia, como sedoso, denso y de longitud pareja en todas las áreas. Puede hallarse en muchas tonalidades y colores, cada vez más producto de las mezclas raciales e hibridaciones.

Curiosos resultan los tres remolinos del pelaje, ubicado uno en la parte superior de la cabeza y dos en las caderas. El primero de ellos es el que cambia el sentido del pelo, dando lugar a los distintivos flequillos de los ejemplares de la raza.

El cuerpo de las cobayas peruvianas es fuerte, no alargado y compacto, así como simétrico en el ancho de los hombros y caderas.

Las orejas son planas y de gran tamaño en proporción con el resto del cuerpo, mientras que los ojos son también grandes y redondos.

Alimentación

Todas las cobayas son herbívoras, condición que impone un alto contenido de fibra en sus dietas.

Igualmente, en este género animal resulta importante el hecho de que sus ejemplares son incapaces de sintetizar la vitamina C, por lo que los cuidadores deben proveer su ingesta a partir de una dieta variada y suplementos vitamínicos en el agua.

Además de pienso, frutas y verduras, las cobayas, peruvianas o no, necesitan del heno para cumplir con sus requerimientos de carbohidratos y fibra, así como para roerlo continuamente y contrarrestar el crecimiento de sus dientes y la aparición de eventuales mal oclusiones dentales.

Cualquier cambio que vayamos a hacer en la alimentación de una cobaya tiene que ser gradual y no abrupto, ya que de esta forma podríamos causarle diarrea y otros trastornos digestivos e intestinales, que a veces causan la muerte del animal en pocas horas, en dependencia de la edad y condición específica de la cobaya.

Contrario a lo que algunos dicen, las cobayas pueden ser agraciadas por sus dueños con golosinas. Lo que sucede es que no pueden comer dulces y sus golosinas preferidas son las semillas de trigo y girasol, que además no pueden tener en exceso por su elevada concentración de grasas malas.

Con respecto al agua, lo más indicado es que las cobayas tengan siempre un bebedero a su alcance, con el vital líquido en condiciones de limpieza y frescura.

Comportamiento

Las cobayas peruvianas destacan en su comportamiento por ser muy sociables, al punto de que pueden coexistir en parejas, grupos de cobayas de varias especies y hasta con conejos.

No obstante, todo con ellas lleva un proceso de adaptación, ya que son muy asustadizas y su instinto es correr y huir para esconderse a la primera de cambio.

Normalmente, las cobayas peruvianas no son de las que muerden, aunque sí pueden manifestar su malestar o rechazo a algo mediante unos pequeños chillidos.

Por último, es de destacar que son muy activas, sobre todo en el día, y que necesitan roer de forma continua.

Si por casualidad observases a una cobaya peruviana ingiriendo sus heces no creas que es un comportamiento anormal, ya que la especie es un poco coprófaga.

Recinto

El recinto o jaula de una cobaya peruviana debe ser todo lo grande que podamos ofrecérselo.

Los especialistas en la cría de este animal recomiendan jaulas de 60 centímetros de largo, 40 de ancho y 40 de altura para un solo individuo, al interior de las que además deben disponerse un objeto que sirva de escondite y otro como cama. Para este último fin el heno puede funcionar de maravillas, el cual solo debe ponerse en el recinto para que sea la propia cobaya quien conforme su lecho.

Las jaulas deben estar alejadas de corrientes de aire o temperaturas muy altas o bajas, preferentemente en zonas con sombra, pero en las que impacte el sol de forma directa durante al menos unas dos horas del día, para que el animal fije el calcio y forme huesos sanos.

Otros datos importantes sobre las peruvianas y su cuidado

Las cobayas peruvianas, aunque defecan mucho, necesitan de la higiene. Por tanto, como buenos cuidadores debemos cepillarlas tanto como nos sea posible, bañarlas apenas estén sucias o huelan mal y garantizarle la limpieza frecuente de su jaula.

Por su condición de muy largo y facilidad para enredarse en nudos, el pelo de esta especie requiere de tratamientos especiales. El cepillado se aconseja a diario, con un peine o cepillo de dientes y púas suaves, y el baño una vez por semana, con un champú idóneo.

Solo con este esmero y cuidado las cobayas peruvianas que son adoptadas como mascotas logran vivir por tiempos acordes con el promedio de vida de la especie, que es de seis a ocho años.