Las cobayas Skinny son de esas curiosidades que la naturaleza, ayudada a veces por la mano y el intelecto del hombre, nos presenta para admiración de todos.

Ejemplo excelente del fenómeno conocido como calvicie genética, consiste en un tipo o especie de cobaya calva, de la que estaremos conociendo lo más importante en este artículo.

Origen

La cobaya Skinny debe su origen a mutaciones derivadas de cambios genéticos, cuyo impacto fundamental se produjo en el pelo.

No es la única cobaya calva, ya que producto de dichas mutaciones existen cobayas calvas totales y parciales, como ella.

El fenómeno se produjo hace muchos años, pero durante tiempo permaneció como escondido y fue considerado una enfermedad o anomalía de esta clase de animales. Afortunadamente, conocedores de la especie e investigadores estudiaron el fenómeno en profundidad y descubrieron cómo estabilizar la mutación y hacerla perdurar en el tiempo.

Ello no ha sido una tarea fácil. La calvicie es una característica recesiva, lo que ha condicionado que no se hayan podido obtener tantas cobayas calvas como quizás se hubiese deseado. Si a esto sumamos que para darle fuerza a las líneas obtenidas se han tenido que cruzar con otras poblaciones de cobayas más comunes o habituales, con pelo, pues los resultados inevitablemente distan un poco de lo que puede calificarse de ideal y la condición de especie para las cobayas Skinny y otras calvas es muy cuestionable.

No obstante, a día de hoy podemos hablar de dos tipos de cobayas sin pelo. Estas son las Baldwin, que carecen de pelo en la totalidad de su anatomía, y las Skinny, que poseen algo de pelo en el morro o alguna que otra parte de su cuerpo, pero sin patrones comunes entre los distintos individuos.

Características fundamentales

Bien les vale su nombre a los ejemplares de este tipo de cobaya. Del inglés Skinny, que significa flaco o extremadamente delgado y escuchimizado, estas cobayas se tornan muy raras y curiosas a la vista.

Su carencia de pelo y su aspecto como de debilidad captan la atención de cualquiera, quizás en un sentido de lo feo, insólito, curioso o extraño, pero basta interactuar con ellas y conocer al respecto para comprender que son animales muy dóciles y amistosos, al punto de que enseguida parecen agraciados y se incrementa la valoración de ellos como mascotas.

Justo es decir sobre esto último que los alérgicos al pelo tienen una mascota excelente en las cobayas Skinny, pero quizás esto rebaje el valor del animal en este aspecto, ya que puede cumplir con el rol de animal afectivo para cualquier persona a cabalidad.

Una característica fundamental de las Skinny y el resto de las cobayas sin pelo es que tienen un metabolismo de mucha intensidad. En comparación con las que sí tienen vello, y en temperaturas frescas, necesitan cerca de un 80 por ciento más de comida, proporción que desciende solo un poco cuando hay más calor.

Esto, más allá de ilustrar la cantidad de comida que demandan las cobayas Skinny, da fe de su predisposición a padecer hipotermia, lo que la pone en una situación de riesgo frente a todos los males derivados de esa y otra condición.

Cuidados básicos para su cría

Si criamos cobayas Skinny no tenemos que propiciarles cuidados muy diferentes a los que debemos darles a cualquier cobaya.

Ya apuntamos que necesitan más cantidad de alimentos, pero estos pueden ser frutas y verduras, como con cualquier otra especie, pan duro, que disfrutan mucho y les sienta bien, y pienso para que se apropie de las proteínas y demás nutrientes que necesita y no vienen en cantidades suficientes en algunos alimentos naturales.

Importante es retomar el tema del metabolismo y la carencia de pelo, elementos que hacen a las cobayas Skinny muy vulnerables al frío y a los cambios drásticos de tiempo.

Por ello, en invierno debemos prestar atención al sitio en el que colocaremos su jaula, siendo los recomendados aquellos que estén por encima del suelo y tengan cerca una fuente de calor, que sin ser excesiva las mantenga protegidas de las corrientes de aire y las bajas temperaturas.

De igual forma, estas cobayas no pueden estar expuestas directamente al impacto del sol, pues podrían sufrir quemaduras dada la falta de vellos que protejan la piel.

Si velamos por estos cuidados básicos en nuestra cría de cobayas Skinny, estas no sufrirán enfermedades y padecimientos que pueden acabar con su vida antes de tiempo y de forma no deseada por ningún propietario de mascotas y animales afectivos.